(Es un subtipo de la sinestesia auditivo-gustativa)
Para algunos sinéstetas el sonido de la voz humana produce una sensación gustativa. Cada voz, o cada tipo de voz, tiene su propio sabor. Según el sinésteta en cuestión esto puede ser por su timbre, volumen, tono, acento, si es masculina o femenina, si el habla es natural o forzado, el tipo de persona que habla u otros factores.
La sinestesia voz-sabor se puede dar en personas en las que ningún otro tipo de sonidos provocan concurrentes gustativos, con lo cual se puede considerar un subtipo específico de sinestesia.
Si lo que provocan los concurrentes sinestésicos no son las diferentes voces sino las diferentes palabras que se pronuncian, en ese supuesto estaríamos ante un caso de sinestesia léxico-gustativa en respuesta a las palabras habladas. También es posible que los dos tipos de sinestesia, la
léxico-gustativa y la voz-sabor, coexistan en la misma persona y que
interactúen, como es el caso en el segundo de los ejemplos más abajo.
Aquí hay unas descripciones hechas por personas con este tipo
de sinestesia:
“Los sabores son siempre más fuertes la primera vez que oigo
la voz de alguien, o si hace tiempo que no lo veo o que no hemos hablado. Los
sabores son más fuertes cuando alguien canta delante de mí. Cuando me encuentro
rodeada de una multitud es agobiante y no puedo degustar bien todas las voces
sin que me entren ganas de beber agua sin parar. Mi propia voz no tiene sabor y
tampoco las de mis familiares cercanos.
Cuando ya conozco bien a alguien y he oído su voz muchas
veces, el sabor se hace más sutil y poco a poco se desvanece.
Las voces de los actores en las películas no tienen sabor porque están actuando, no es su voz verdadera. Incluso si hablan con su acento
original es que no suelen hablar así. Es como si me dieras una foto de una
naranja y me dijeras que la comiera. ¡No sabría a naranja!
Una vez tuve un profesor
con una voz que sabía a Doritos, a veces combinados con la pizza. Sus clases se
me hacían eternas porque parecía que estaba comiendo eso todo el tiempo y me
entraba mucha sed.”
Para esta persona, los diferentes acentos inducen diferentes
percepciones de sabor:
“Un acento de Georgia, por ejemplo, sabe a té de melocotón extradulce y
eucalipto. Un acento de Tejas
sabe a la boca seca, polvo entre los dientes, judías pintas y comino. El comino se queda como un
montoncito de sabor en medio de la lengua.”
(Fuente: Esta entrada en la plataforma de debate online Reddit/Sinestesia. 2020. Original en inglés.)
Última actualización
de esta página: 31 marzo 2021
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